Todo lo que podía hacer en ese momento era correr, su respiración estaba agitada y el corazón le latía como loco. La supervivencia era lo único que tenía en mente mientras tropezaba con las rocas y ramas que se atravesaban. Voy a morir No. No podía pensar en eso, ella podía seguir adelante siempre y cuando él no la alcanzara. Él. Lo había conocido en sus clases de dibujo mientras lo retrataba, era por no decir menos, una completa obra de arte. Sus ojos eran del más profundo verde y ese cabello negro le caía en suaves ondas cubriendo parte de sus ojos.